A continuación voy a publicar una serie de modestas ayudas para módulos de rol en la Tierra Media. En este caso son fragmentos de campañas realizada en la década de los 2000. Seguramente la mayoría de los lectores no encontrarán sentido a estos fragmentos, pero han de darse cuenta de que son parte de una historia que se narra y se interpreta, no de una narración en sí misma.

Espero puedan serle de utilidad a alguien.


martes, 1 de octubre de 2013

Tercera Parte de las Crónicas de Arien de Gaersûl
II. Sueños
De las anotaciones de Arien de Gaersûl 
 
Me acompañan 5 hombres de confianza, son buena gente, pero simples. No serían capaces de comprender y menos de asimilar lo que me está ocurriendo. He conseguido descifrar las runas de la “Taza de Plata”, pues a falta de otra referencia histórica, la llamo así. 

Ésta me permite soñar. Y todas las noches desde hace muchas, les veo. A veces incluso puedo sentir algo de lo que ellos sienten.

Les he visto partir de la Ciudad del Lago, y por campos nevados, dirigirse hacia las Colinas de Hierro. También, como el peligro les acechaba en forma de Sombra. Recuerdo esa noche como si hubiese estado allí. Los carros formando un círculo, la Sombra que se desplazaba de un cuerpo a otro, la Sed, Klimt corriendo por la nieve y Goose a caballo detrás como en una cacería. Veo salir a la criatura del cuerpo del Señor de los Perros y a este caer de rodillas en el frío campo.

Con el tiempo los sueños se hacen más largos y claros. A veces puedo “ver” incluso lo que pensaron en ese momento. He visto como llegaban a un amplio valle con un pequeño lago congelado en su centro. El reencuentro de mis padres me ha hecho derramar lagrimas en más de una ocasión al recordarlo. Pero hay algo en ella que no me gusta, algo que me da mala espina Jyganoth es juzgado y condenado por un elfo en el campamento de Kerien, pero un hechicero llamado Sharak sale en su defensa. Ori se reencuentra con muchos de sus congéneres y por primera vez le veo sonreír (he llegado a pensar que eso no era posible). Parece que la relación entre los Draconegro va viento en popa, como solía decir mi mentor Amthor. El trato entre Bernhard y Hilk es más amistoso que filial, pero bueno, bien sabido es que Hilk solo tenía ojos para su hija pequeña, la cual siempre me ha parecido bastante insulsa.

La MarchaHe visto a Kerien y la carga que lleva sobre la espalda. Aunque la lleva con orgullo, está cansado y no sabe si llegará al final. Noto como recuerda a un amor perdido, una historia de príncipes y princesas de hielo, es extraña la mente de este Dunedain. He contemplado atónito una conversación entre el gran Kerien y Danhir en donde parecían congeniar a la perfección. Es extraño, él Excelso Paladín de los Guardianes de la Dama Blanca sin mencionar que fue un noble del reino perdido de Arnor, y ella una ladronzuela de provincias. Aunque si no la conociese me extrañaría aún más. Aún así singo sin entender porque Danhir continua en esta empresa. Creo que ni ella misma lo sabe. ¿Qué destino la aguarda allá en el norte?. Quien lo sabe.

Hay una gran reunión en donde Kerien arenga a las tropas. Klimt toma la palabra para narrar los posibles peligros del viaje e informa la creación de algo que entiendo como un Grupo de Avanzada o algo parecido. Veo que se presentan para formar esta vanguardia Ori, Shelem, Bernhard, Trya, Jyganoth, Dim, un enano que no conozco y Skaldir, uno de los hombres de Hilk. La partida es inminente. Se marchan hacia el norte y hasta el último momento, no veo como mi padre se despide (¡otra vez!) de mi madre. Parece ser que Goose les acompañará también.

Ahora se presenta ante mí una visión del terreno por el que transitan. Este es agreste, aunque en estaciones más benéficas debe poseer abundante de flora y fauna. Lejos, al norte y oeste se pueden ver las últimas estribaciones de las funestas Montañas Grises, que esconden el Brezal. El llano por el que avanzan está todo cubierto por las primeras nevadas de la temporada, o al menos eso creo, solo conozco el terreno que pisan por los mapas.

BosqueVeo como deliberan sobre cuestiones de importancia para el viaje, Klimt se encarga de explicar los posibles peligros del camino que hasta el veterano Ori memoriza con atención. Goose no deja de revisar constantemente el equipo bélico de sus compañeros, siendo a veces demasiado paternal para el gusto de alguno. En los primeros días de viaje les veo bastante agotados por la dureza de las condiciones climáticas, pero mantienen bien el ritmo.

Un bosque se extiende ante ellos. Están acechando, se mueven muy despacio Danhir mantiene todos los sentidos alerta, Skaldir y otros se mueven con ellos. Más tarde un vaporoso lago se muestra entre la bruma. Una bestia extrañísima se baña en él: un  oso albino…

No debí cenar esas setas preservadas. Creo que han alterado los sueños de esta noche.

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