IV. Cambio
De
las anotaciones de Arien de Gaersûl
A la
mañana siguiente se marchan del torreón. Siento crecer la desconfianza de Danhir por el elfo. Todos los demás empiezan a comprender que
algo la está pasando y Ori Kadhûm
toma alguna medida de protección personal.
Se
suceden las jornadas y la situación empeora. Una noche Danhir enloquecida se pone a gritar, accidentalmente una de las
protecciones de Ori se activa y la Dunlendina cae al suelo, con tan mala
fortuna que su mano derecha se clava en el centro de la hoguera, ahora en
ascuas incandescentes. Un rápido movimiento de Goose evita que sus ropajes y ella misma se incineren. Pero, no, ni
siquiera su piel está enrojecida, ni una marca. Con estupor observan la manga
del jubón completamente achicharrada.
La
vigilancia a Danhir se extrema y Bernhard no la quita la vista de encima.
En cierto momento del viaje, un Viento
de la tundra hace acto de presencia y Klimt
aconseja acelerar la marcha y dejar atrás el Gurthang.
Nuevos
cambios en la exploradora, ahora puede ver perfectamente en la oscuridad
completa. Dim actúa como Servidor de Manwe usando su poder para exorcizar
cualquier maldición que pudiese tener. Esto no hace más que agravar la
situación, ya que unas horas después la fiebre y extrañas convulsiones hacen
presa a Danhir.
Trya por su parte intenta
buscar respuestas en una de sus oníricas profecía. Éstas por lo general son
bastante inexactas y suelen desviarse del tema. Solo retazos de esos sueños
vienen ahora a mi cabeza. En ellas puedo ver a mi madre a caballo con su
protector. También las huestes de Kerien.
Y un cielo oscuro con una luz poderosa que parece la luna. Abajo fuegos y
ruido.
La clérigo desciende hasta tomar tierra, pues parece volar ante la dantesca escena Casi es aplastada por un ejército que roba saquea y mata, pero todo es confuso y se ve muy mal. Una figura se acerca hasta ella. Un rostro reconocible se muestra parcialmente gracias a los grandes fuegos que iluminan la escena, un rostro casi embozado en unos harapos. Veo los ojos de Danhir que son extraño y reflejan crueldad y poder. Con un movimiento increíblemente rápido esta agarra el cuello de Trya y habla en la Lengua Negra, el Morbeth. La clérigo despierta sobresaltada.
La clérigo desciende hasta tomar tierra, pues parece volar ante la dantesca escena Casi es aplastada por un ejército que roba saquea y mata, pero todo es confuso y se ve muy mal. Una figura se acerca hasta ella. Un rostro reconocible se muestra parcialmente gracias a los grandes fuegos que iluminan la escena, un rostro casi embozado en unos harapos. Veo los ojos de Danhir que son extraño y reflejan crueldad y poder. Con un movimiento increíblemente rápido esta agarra el cuello de Trya y habla en la Lengua Negra, el Morbeth. La clérigo despierta sobresaltada.
El Gurthang ha quedado atrás y Klimt aconseja descansar todo lo que se
pueda, y recuper fuerzas. Una elevación del terreno en forma de muralla rocosa
rompe el tedioso paisaje blanco. Otra noche, otra guardia. Goose mantiene encendida la hoguera, parece que Danhir
está despierta y se acerca muy despacio al borde del campamento. Mi padre se da
cuenta y se acerca. La pregunta algo, Danhir se da la vuelta y ¡¡sus manos
ahora son como garras!!. El ataque es
muy rápido y corta como mantequilla su cota de mallas con estas. Saltan chispas
dos veces. El grupo es alertado y al final Danhir
es reducida. Cuando despierta no recuerda nada. Y los hechiceros del grupo se
ponen en acción, buscando respuestas en su magia e interaccionando con la
afectada. En cierto momento Trya hace
algo que pone en grave peligro la vida de Danhir,
intenta quitar una posible maldición, pero esta vez para siempre. Aunque no
saben muy bien por qué, la afectada salva su vida resistiendo esta magia que se
supone benigna para cualquiera, pero letal para la Dunlendina. Nada se puede hacer de momento.
El
viaje continua y de nuevo un Viento
del norte afecta a varios de los componentes del grupo. Aun así en implacable Klimt no les deja un momento de respiro.
Tienen que superar el Infirith (el
viento de la mente en blanco).
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